martes, febrero 05, 2008

JOAQUÍN VALENZUELA



Escribo poemas de día, durante las mañanas, en mi casa o donde el poema surja. Otras veces sucede que empiezo a escribirlo mentalmente caminando, andando en bicicleta para luego pasarlo al papel. Uso cuadernos, de hojas lisas y escribo a mano aunque también hay veces en que me siento frente a la computadora. En otras épocas era casi espontáneo ir a la playa o bares y escribir. Con el tiempo ese hábito cambió.

Corrijo los poemas bastante, pero siempre si lo necesito. Muchas veces hago correcciones espontáneas cuando se lo leo a alguien en voz alta, por primera vez. Ahí, en esa lectura, ya cambio alguna cosa, algún orden de palabras, cortes de verso, etc.

Después me olvido del poema o grupo de poemas, y los retomo algún día, los vuelvo a corregir hasta que algo, el mismo poema creo, dice ya está. Este proceso lo hago en el mismo cuaderno, tachando con prolijidad y rara vez volviéndolo a reescribir completo en manuscrito. De ahí lo paso a la compu, y más tarde, a veces lo imprimo si es que va a formar parte de algún libro o proyecto.

No escucho música cuando escribo, aunque no me molesta si hay música de fondo, pero prefiero el sonido ambiente.

En general me acuerdo de los momentos en lo que surgieron la mayoría de los poemas. Los disparadores son una imagen interna, externa, un juego de palabras que da vueltas por mi cabeza, un sonido. Pero la lectura es un gran disparador, el diálogo que se establece con un autor que se está leyendo en el momento,  es fundamental para mí.

  

Poemas


 

son dedos de babosa yo trabajo

el monómero hace baba como si la sal en las aquellas

la sal mata tus dedos va escalando

las hojas pulgares las hojas anulares

las hojas índices se llenan de baba verde ahora

digan

cómo es cambiar de materia los canteros

salir a flote ver otras llovidas

trepar del sofoque verde por un palo con la casa

levantarse la enagua entre malvones

controlar la musculatura de una lengua en los dedos

 

la babosa entre la flor es lengua

la tenés en la boca duerme

en la concha de tu boca un caracol

crac de mandíbula y perderá su casa

 

tu baba y la mía son babas cualquiera

toco tu lengua con los dedos nos besamos

son nuestros besos ese farol de espuma

como la carne del chajá

 

De doméstico, Ediciones en Danza, 2009.

 

 

***

 

 

viejas que lavan con jabón blanco en pan

entre las ramas en los patios

debajo de las parras

en tanques de cemento o piedra

en las bombas de agua o en

lavaderos de chapa

de los bañitos del fondo

con palanganas de aluminio

con un balde al lado

verde

en todos lados remojando camisones

enaguas de cintura algún conjunto claro

las cortinas de los comedores

de a poco y sin fuerza

prendas finas

con las manos en el agua

recién levantadas

viejas muertas con aretes de colgar

como cúpulas de iglesia o

como pasas de uvas

remojando una sábana en

leche de jabón donde por ahí

se cae un palito de una planta

o una mosca chica que se mantiene

haciendo pie en la nata de los bordes

 

De Varamientos Pampa, Ediciones en Danza, 2011.

 

 

***

 

se besan a tres narices

le coloca un

huevo o cigota le

fecunda flotas globos pompas y

la besa de papel le hace un

hueco mar adentro

donde la lengua baja lejos le

coloca la hueva entre

serpientes de saliva en

las cuerdas consonantes de manera que

cuando ella diga cosas como

amor o derivados también suene

un chasquido tintineo

 

se recuestan boca arriba y

vuelven le insufla un

aire fronda fortalece la

materia entre esa

carnecita epitelial y ya

no aguantan tanto él

se abre de brazos ella avanza con

las dos riendas lenguas

sueltas pareciera

que traga pero todo

quedará en suspensión por

más que el viento

 

en breve surgirán declaraciones

llantitos de una lágrima bucal

que cuidar todo el otoño

 

De Varamientos Pampa, Ediciones en Danza, 2011.

 

 

***

 

 

¿Y qué van a decir de nosotros los puentes? ¿que pasábamos?

¿nos veían pasar? 

 

con sus ojos miles de remaches. Un reflejo

en la última gota de acero antes del sello del óxido en los párpados.

¿que nos cubrían?

 

con su capa agujereada su cúbito radio al aire

pelados

huesos cables

tendones donde se posaban siempre pájaros en

negro que cuando cruzábamos 

 

se abrían por fin de frío sentían el aire en los

canales de las alas y nos llovían en punto

termómetros?

 

De La casa del deshielo, Huesos de Jibia, 2013.

 

 

***

 

 

 

esta mañana crucé a un tipo con su carro

el caballo era gris apolillado

 

en el carro dormía un perro

entre facturas de ayer y carne vieja

 

un mantel dado de baja lo cubría

como a un niño nacido de las moscas

 

De Sombra de agua, Griselda García Editora, 2017.


 

***

 

 

 

como parche de luz en la tormenta

hueco en la nube de tu ventana

pasa el día

 

si no me muevo

detrás del vidrio el jardín

continúa su trabajo de insecto:

 

la garra detiene a la lombriz

la pelusa se vuelve hogar de ancianos

una piedrita bloquea el ingreso de las aguas

un broche de la ropa dice

su palabra fina

y se evapora

 

De Sombra de agua, Griselda García Editora, 2017.

 

 

*****

 

 

 

 

¿por qué medir en milímetros

si son litros desde anoche?

 

innombrable vacío pico a pico

en las manos que asomamos

¿llueve? ¿aún?

¿de dónde viene el tiempo

de tanta agua que no llena?

 

las gotas cavan la casa

por esos huecos nos vamos

con el silencio

del chisperío chico

 

y caen pájaros en busca de refugio

caen a comer de nuestras manos

¿llueve? aún

pero el agua

no ha dejado de vaciarnos

 

 De Sombra de agua Griselda García Editora, 2017.

 


Joaquín Valenzuela Bellocq


Joaquín Valenzuela Bellocq nació en Dolores, provincia de Buenos Aires, en 1971. Publicó, en poesía, Actividad física (Ediciones en Danza, 2007), doméstico (Ediciones en Danza, 2009), Varamientos pampa (Ediciones en Danza, 2011), La casa del deshielo (Huesos de Jibia, 2013), La caracolera (Ediciones en Danza, 2016), Sombra de agua (Griselda García Editora, 2017).  Ha participado es antologías como: Infancias (2012), Amor (2015), Los autos (2017), Rumiar Bs. As. (2018), Antología Federal de Poesía (CFI, 2019), Cuarentena (2020), Yacer en el Tuyú (2020), Gatos 100 poemas seleccionados (2021); entre otras. En narrativa, ha publicado las novelas Mandarse a mudar (Ruinas Circulares, 2014) y Residencial Splendid (Editorial También, 2019).

 


No hay comentarios.: